Escrito con la idea de compartir experiencias, anecdotas personales o pequeñas epifanías con el grupo de la escuela.
Múltiples Despertares.
Cuando nos metemos en el mundo de la filosofía comenzamos a preguntarnos cuestiones que nunca antes habíamos pensado. No porque no existieran sino porque parecían que estaban en un estado latente, como dormido. Es por eso que tenemos una sensación de despertar de un largo sueño al preguntarnos o respondernos ciertas cosas.
Aún así la vida nos sorprende y no solo nos despierta, sino que entramos desde ese entonces en una consecución de despertares, y cada uno de ellos es tan placentero como el primero.
Poco a poco nos vamos llenando de luz, pero como si la estuviéramos recuperando de antes, de un estado en el que estuvimos pero en el que no nos reconocemos. A la vez, cuando “despertamos” nos da por un tiempo la sensación de que todo lo sabemos, y cuando terminamos de recorrer ese nuevo aprendizaje nos volvemos a sentir nuevamente limitados de conocimiento queriendo saber aún más, y nos abrimos para un nuevo aprendizaje.
No conozco cual será el límite, si es que lo hay. Pero lo que nos condujo al momento en que estamos, es lo mismo que nos motiva a seguir sumergiéndonos en esa sensación de verdad, abriendo puerta por puerta, despertando poco a poco. De todas formas nos mantenemos en la búsqueda de llegar a ese objetivo, la verdad, dios o como se le quiera llamar. Lucha inagotable, como un burro persiguiendo una zanahoria atada a el mismo. Cada vez que avanzamos para alcanzarla ésta se vuelve a alejar imposibilitándonos alcanzarla.
Vivimos acostumbrados a la constante búsqueda de alcanzar objetivos. Cuando llegamos es cuando lo disfrutamos. El budismo sostiene que la vida es sufrimiento y propone la ley del karma, en la cual todo tiene una causa. Así, para eliminar el sufrimiento debemos eliminar su origen, el deseo y el apego al mismo. Por esto busco la idea análoga con alcanzar la verdad. No alcanzar la verdad, sino tal vez la “búsqueda de la verdad” en sí mismo como un fin.
Ignacio Rodríguez
muy bueno Igna!
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