“Esto es lo que escuche”
Muchas veces nos planteamos teorías nos detenemos en la búsqueda de un conocimiento oculto en las profundidades del conocimiento del hombre.
No aceptamos lo simple de la existencia como verdad única y es a través del pensamiento como nos alejamos aún más de lo simple de la verdad.
Las palabras muchas veces terminan formando un laberinto que solamente conduce al alejamiento de la verdad.
Muchas veces fijamos nuestros pensamientos y nuestra fe en objetos. Objetos estériles que solamente brindan un refugio temporal para nuestro intento de escape de las ilusiones.
Año tras año vamos creciendo olvidándonos del gozo de ayudar a otros seres vivos, de compartir, de no disminuir la moralidad, el control, la tolerancia, la paciencia.
Vamos cubriendo nuestros corazones con una vida no cimentada en la alegría, el amor, lejos del estudio de artes que ayuden el tránsito a la liberación y felicidad.
Año tras año olvidamos la fuerza de la Luz de nuestro interior. Como recita una porción del Sutra del loto blanco “una sola lámpara puede encender cientos de miles de lámparas sin disminuir en sí misma, así, hermanas un solo Bodhisattva puede establecer varios cientos de miles de seres vivos en la iluminación sin que su plenitud mental sea disminuida. De hecho no solo no disminuye, crece más fuerte. Así, cuanto mas enseñas y demuestras cualidades virtuosas a los demás, mas creces con respecto a esas cualidades virtuosas. Esta es la puerta del Dharma llamada » la lámpara inagotable»
Muchas veces intentamos enfocar nuestro amor en la caridad, en la caridad hacia personas necesitadas. Muchas veces buscamos realmente llevar nuestra vida a una renuncia de lo material creyendo que este es el verdadero camino hacia el amor. De esta forma no hacemos más que enfocarnos en lo material, en lo trascendente, cuando ayudamos a otros seres por la caridad, ¿no estamos acaso ayudando una vida trascendente, no estamos ayudando una obra con un claro final? Muchas veces confundimos el amor puro del brindarse al otro con reclamos de la conciencia a la rectitud de obrar. La rectitud no es bondad, y la bondad no es virtud.
Entonces, no enfocar el amor, solo amar, solo brindarse, no hay renuncia, porque nada se tiene. Amar la vida, amar cada segundo que respiramos, amar simplemente.
Estamos envueltos en un mundo de sufrimiento donde muchas veces nos vemos llevados por las pasiones más fuertes y por el instinto más confuso. Olvidamos nuestro ser, y buscamos diferenciarnos de todo. Nos dividimos, tomamos. Si perdemos, sufrimos. ¿Quién cometió el error? ¿la sociedad que quita? ¿La vida que nos toca vivir?
Todo está en nuestra mente. La realidad es la mente del hombre para el hombre.
Caminar por la meditación, la contemplación y “la práctica de la bondad” cual tutor para una rama torcida la disciplina de la práctica es el medio, mas no el fin.
Tras la práctica sigue el enseñar.
Entonces el sacrificio está en amar cada segundo, no en enfocarnos en una imagen, u ofrendar a dioses que solamente buscan la representación vacía de lo infinito.
Pensamiento simple, el más básico de los pensamientos, el pensamiento vacio.
¿Dónde buscar el vacío? En la actividad mental primaria de los seres vivos.
Hablemos ahora de la vida y el sufrimiento, de la enfermedad.
Transitar la vida, en busca de la liberación de la enfermedad. Esto lo es lo que escuche que dijo alguna vez Kung tze (Confucio)“enfocarse en la raíz del problema, busca el origen de todo”entonces pienso que la enfermedad surge de las pasiones que resultan de construcciones mentales irreales y por lo tanto finalmente nada es percibido de lo que pueda decirse que està enfermo.
Si entendemos que no hay un YO, no hay un yo que pueda estar enfermo. Entonces… la eliminación de la enfermedad yace en la eliminación del egoísmo, y la posesividad. ¿Cuál es la base de la enfermedad? la precepción del objeto. Entonces cuál es la percepción completa, la comprensión completa del objeto?; está claro que es la no percepción, o sea, objeto externo y objeto interno no son percibidos como una dualidad.
Por lo tanto, basta con controlar la mente, para controlar la realidad, controlar la ilusión.
Muchas veces nos acercamos a esas chispas del conocimiento, nos maravillamos ante su brillo y comprensión y buscamos hacer llegar esas chispas de conocimiento a otros seres. Vemos esas chispas como la verdad en si, ya no son chispas, las tomamos como la gran luz de la verdad. Entonces guiados por la compasión llevamos a otros seres chispas. Ahora, la compasión lleva tras de sí la idea de puntos de vista, un ser compasivo de otro ser, un ser expresa sus sentimientos por otro ser. La compasión no puede caer en puntos de vista sentimentales, de ser así solo involucramos la mente en la rueda de la ilusión. Entonces claramente escuche, no puede quien está atado liberar a otros de sus ataduras. La contemplación lleva a la liberación, una mente clasifica la realidad trae las ataduras. La contemplación y la sabiduría liberan realmente.
Esto es lo que escuche… esta no es mi sabiduría, el conocimiento del hombre no pertenece al hombre.
De esta forma busco dar comienzo a este espacio para escuchar leer, y compartir el conocimiento que finalmente lleva a lo más simple.
Todo lo volcado en estos textos no son mas que adornos que aportan algo a tu camino, pero no hay Un camino, simple, vive simple…
…. Olvidaba decirte,… sonreí un poquito… con dulzura para vos seguro que hay paz en vos, búscala,…sonreí.
Felicitaciones Diego por este nuevo espacio!
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un lindo lugar en el camino 🙂
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Excelente!! una buena filosofía de vida 🙂 la estoy poniendo en práctica.
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Diego, estoy muy contento de haber encontrado la filosofía que nos transmitis en clase a fin de aplicarla en la vida.
Le dejo mis respetos maestro, y gracias por todo… Ahora sigo con el Blog que está muy bueno.
Saludos
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